Y además de reforzar, ¿qué puedo hacer?

No todo comportamiento se debe moldear a través de un “bien hecho”. Existen otras técnicas para aumentar la frecuencia de una conducta apropiada o bien para erradicarla.

Para aumentar la frecuencia de una conducta deseable, además del refuerzo positivo (dar un premio o hacer un halago) podemos utilizar el refuerzo negativo. Esto es: si la persona realiza la conducta que deseamos (por ejemplo, un deportista hace bien el entrenamiento) evitará una consecuencia negativa (quedarse a recoger el material). Para que funcione bien esta técnica debes: dar la “recompensa” (no recoger) de forma inmediata (no tiene el mismo efecto si le decimos al deportista “si entrenas hoy bien, el martes que viene no tendrás que recoger”); administrar refuerzos proporcionales a la situación; explicar siempre el por qué y e ir aumentando poco a poco la frecuencia de la administración del refuerzo (que hacer las cosas bien hechas no se convierta en un atajo para evitar lo que no me apetece hacer).

Otra técnica que funciona muy bien para aumentar conductas positivas es el modelado: el deportista observa a otra persona significativa para él realizando la conducta que tiene que aprender. Es muy importante que el modelo sea una persona con la que el jugador se identifique, aprecie o admire. Nunca utilices como modelo alguien al que el deportista envidie.

Si por el contrario, lo que deseas es reducir o eliminar alguna conducta, la técnica más conocida es el castigo, que puede ser positivo o negativo. El primero supone dar una consecuencia negativa tras la emisión de la conducta no deseada: por ejemplo, si el jugador llega tarde al entrenamiento, debe pagar una multa. El castigo negativo implica eliminar un reforzador, algo positivo para la persona, como cuando nos han quitado el balón en casa porque jugábamos de forma brusca. Debemos ser cautos a la hora de aplicar el castigo, pues a veces lo usamos como una forma de sentirnos mejor nosotros. Tanto nos enfada lo que ha hecho la persona, que nos ensañamos en el castigo o en la forma de aplicarlo. Siempre hay que explicar por qué, para que la persona entienda cuáles son las consecuencias de sus actos. Además, el castigo debe ser proporcional a la situación. Pero igual que hay que ser cuidadoso, ¡hay que ser firme! Si amenazas con el castigo, pero no lo llevas a cabo, ¡perderás toda la credibilidad!

Pero el castigo no es el único método, podemos aplicar el reforzamiento de conductas incompatibles a aquella que se quiere suprimir (estar atento a las instrucciones del entrenador es incompatible con hablar con el compañero). Vimos en el artículo anterior que a veces regañar puede ser justo lo que busque el jugador, pues está captando nuestra atención y fastidiándonos. Si ignoras cuando se distrae y refuerzas cuando está muy atento al entreno, el jugador entenderá que no vas a entrar en esas provocaciones, y que aquí, lo que vale, es lo que está bien hecho.

 
Zoraida Rodríguez Vílchez
@ZoriPsicologa para IDEAL GRANADA

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post relacionados

La soledad del líder

Revisando la prensa deportiva unas declaraciones de Anquela me han hecho reflexionar: “Si me dejo llevar por el ambiente, hace tres meses me habría cortado las venas”. Y es que si seguimos revisando titulares, vemos cómo Aguirre en su debut con el Espanyol y Valverde en el Valencia necesitan empezar con buen pie y comenzar … saber más

¿Mi alergia es por estrés?

Si algo me quedó claro en la facultad de psicología es que somos 50% genética, 50% medio ambiente. Las personas traemos en nuestro ADN una carga que el ambiente puede precipitar, según el estilo de vida que llevemos y la gestión emocional que hacemos de las situaciones a las que nos enfrentamos. Aunque recibimos bastante … saber más

Los enemigos de las nuevas circunstancias

Mi primer tweet decía: “Si ahora no tienes buena suerte, tal vez sea porque tus circunstancias son las de siempre. ¡Empecemos a cambiar circunstancias!” Y desde que escribí esa frase, parece que todo se ha teñido con ese color. La semana pasada me invitaron a la PinkSlip Party, un evento de networking en el que … saber más

Miedo escénico

Tras su esperado regreso, Sabina sufre un ataque de miedo escénico e interrumpe media hora antes del final su concierto. Según sus palabras: «Hoy, por exceso de ganas de estar bien delante de mi gente de Madrid, me acaba de pasar un Pastora Soler». Y es que este diciembre la artista también sufrió un desmayo … saber más

Mentalización para la competición

Competir es como ir a la guerra. Tener éxito implica competir. O sea, que para tener éxito, tengo que ir a la guerra. Pues sí, aunque suene raro. Veamos por qué. Cuando alguien va a la guerra, no quiere perder, así que planifica muy bien su batalla. Estudia cuidadosamente a su rival: cuál es su … saber más

No hay más remedio

Hay momentos en la vida en los que desearíamos tirar la toalla. Estamos cansados, frustrados, asqueados de una situación que no nos beneficia o viviendo momentos tan negativos que desearíamos dejarlo todo. En ese momento solo deseas llorar, gritar… porque has aguantado tanto, tanto se ha llenado tu vaso… que al final, claro, se derrama. … saber más