Objetivos para 2018

Si has empezado 2018 con muy buenas intenciones y no quieres caer en el intento y cometer los errores de siempre, aquí tienes un decálogo para que llegues a diciembre muy, muy satisfecho de ti mismo y de tus logros.

  1. Parte del año pasado. No vale con ponerse objetivos sin ton ni son. Reflexiona sobre lo bueno que has conseguido para mejorarlo aún más; pero sobre todo, de aquellas cosas que te perjudicaron o a cerca de lo que quedó pendiente. Pregúntate: ¿qué decisión o qué hice el año pasado que no me ha beneficiado para nada?, ¿de qué quiero deshacerme este año?, ¿qué no me gustaría repetir?, ¿cuál fue mi peor momento?
  2. Ten en cuenta tu situación actual y tus circunstancias. Como siempre digo, no somos los mismos que ayer, ni los mismos que mañana. Quizás ayer fuiste el campeón de tu categoría pero ahora estás en una superior y ya no te mides con los mismos rivales; quizás ayer eras el rey de la oficina pero ahora tus jefes han cambiado… Por tanto, tus objetivos deben adecuarse a tu situación actual. Esto no habla de ti (no eres peor por esperar menos de ti este año), habla de tu situación. Y además, te ayuda a ser más objetivo.
  3. No tengas miras tan altas. A veces los grandes propósitos fallan por eso mismo: son demasiado grandes. Nuestras expectativas nos traicionan, o quizás lo que creemos que se espera de nosotros y no somos realistas a la hora de planificar el año nuevo. Si has tenido hijos, y ahora en vez de ir a correr todos los días sólo puedes hacerlo dos en semana, ¡date la enhorabuena!, ¡estás sacando dos días! Lo fácil es quedarse en casa. Valora las metas que te pones.
  4. Sé muy concreto y especifico, y establece pasos, si lo crees necesario, lo etéreo se disipa. Tu objetivo no puede ser hacer más ejercicio. Establécete que vas a ir a clase de Pilates con tu amiga Julia los lunes y miércoles de nueve a diez de la mañana. Día que falles, día que el pepito grillo te recuerda que te estás desviando de tu propósito.
  5. Consensua con las personas de tu alrededor. A veces no viene mal preguntar a los demás: a tu entrenador, tus padres, tus amigos: ¿qué debería cambiar este año para ser la mejor versión de mí mismo?
  6. Busca tu motivo para ello. No vale con desear, hay que estar motivado. Y ¡ojo! Tu motivo debe ser más emocional que racional si quieres que funcione. Hay gente que quiere bajar de peso por su salud, porque se lo dice su médico… y para ello van a hacer mucho deporte. Y al final, todo se queda en buenas intenciones, porque la mente hace de las suyas y empieza a inventar excusas (“hoy no puedo”, “hace mucho frío”, “ya empiezo el lunes”) o justificaciones de la no necesidad del objetivo (“sí, estoy rellenito, pero tampoco es para tanto”, “el colesterol no lo tengo tan alto”).
  7. Tenlas por escrito y a la vista, junto con tus motivos. ¡Toda ayuda es buena para seguir motivados!
  8. Pregónalas a los cuatro vientos. Cuanta más gente sepa de tus buenas intenciones, más cosa te dará no cumplirlas.
  9. Refuérzate cada vez que das un paso: por pequeño que sea. Recuerda que lo fácil y lo cómodo es quedarse como estás, en la zona de confort.
  10. Se flexible, la vida es impredecible y puede que tengas que hacer algún ajuste. No es un fracaso, al revés, es de valientes el seguir buscando la manera en la que conseguir tus propósitos.

 

 

 

 

Zoraida Rodríguez Vílchez

www.zrpsicologos.es

@ZoriPsicologa para IDEAL Granada

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