Convence

Una imagen vale más que mil palabras y un acto, un millón de ellas; sin embargo, frecuentemente nos encontramos con ocasiones en las que la palabra es la única herramienta que tenemos a nuestra disposición para convencer a los que hay a nuestro alrededor. Una charla motivacional, un negocio, una propuesta, un discurso en nuestro trabajo… pueden ser algunas de ellas.

Hoy te propongo una técnica sencilla de 5 pasos con la que hacer llegar tu mensaje y movilizar a aquellos que te escuchan. No son palabras mágicas, pero un empujón te dan seguro.

Está claro que si no te prestan atención, no convences a nadie. Así que ¡échale imaginación!: apaga las luces, pon una imagen espectacular, saca un objeto inesperado, eleva tu tono de voz, impregna el ambiente de misterio… Todo vale. El único objetivo es que aquellos a los que quieres convencer, estén atentos a tus primeras palabras.

Las personas nos movemos por necesidades. Estamos destinados a la búsqueda continua de su satisfacción, y a tu favor tienes que la gente no suele conformarse con lo que tiene. Por tanto, una vez que te han prestado atención, muestra una necesidad: “este puesto en la clasificación no es lo que nos merecemos, necesitamos obtener más puntos”; “necesitas este servicio si quieres llegar a esos objetivos en tu empresa” o “no puedes estar tan deprimido todo el día: necesitas que alguien te eche una mano”. Cuando muestras una necesidad, la gente se inquieta, comienza a pensar ¿qué pasará si no la satisfago?, ¿corro peligro de alguna manera?, ¿en qué me perjudica?

Ahora satisfaces esa necesidad y si rematas con una pequeña visualización, tienes el trabajo casi hecho. Visualizar significa imaginar. No es igual que me digas: “necesitas desconectar” que “sería genial pasar el día contigo, podríamos ir a la playa, ¿te imaginas? El cielo azul, esa agua turquesa, el olor a mar, pasearíamos por la arena, suave, blanca, ¿lo sientes? Y un aperitivo en un chiringuito… ya casi que huelo los espetos de sardinas y esa cerveza bien fría…” ¡Um! ¡A mí solo de escribirlo se me hace la boca agua! Usar los diferentes sentidos en esta pequeña historia (el olfato, la vista, el tacto…) hace que la persona se zambulla en aquello que le quieres mostrar, lo “viva” y compruebe las ventajas que obtendría al aceptar tu propuesta.

¡No olvides cerrar el trato! Tras este pequeño ejercicio de imaginación, tienes que dejar la pelota en el tejado de la otra persona. Una pequeña pregunta que inste a la acción: “¿nos vamos entonces a pasar el día a la playa?”. Pregunta y calla. ¡A las personas nos incomoda el silencio! Y todo buen vendedor te dirá que quien dice la primera palabra tras ese silencio, pierde. Así que sonríe, mira cálidamente a los ojos al otro y espera ese “¡sí!” que tantas ganas tienes de oír.

Convencer no es manipular. Se honesto cuando uses estas técnicas, pero está claro que el cómo decimos las cosas, cómo presentamos nuestra historia, puede ayudarnos a conseguir algo beneficioso, para ambas partes.

Zoraida Rodríguez Vílchez
@ZoriPsicologa para IDEAL Granada

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post relacionados

Vacaciones y pareja: aumentan los problemas

Estamos todos deseando que llegue el ansiado verano. Cansados de trabajar, de entrenar o de la rutina diaria, anhelamos ese paréntesis en el que podamos disfrutar de unas merecidas vacaciones en pareja o con nuestra familia. Pero lejos de ser un espacio de paz y calma, a menudo se convierten una crisis para la pareja … saber más

Emociones: podemos elegir

Este fin de semana he empezado otro año más en la Copa Covap, en la que cuentan conmigo como psicóloga deportiva para trabajar con los jóvenes deportistas y ayudarles a mejorar su rendimiento deportivo a través de la psicología. En esta ocasión el tema que trato con ellos son las emociones en el deporte. No … saber más

Al miedo se le vence de frente

Esa es la única forma que funciona y el resto de estrategias son una manera de engañarte. Más claro, el agua. El miedo es un enemigo muy listo que cuanto más te escondes, más rápido te encuentra y peor te lo hace pasar. Futbolistas que tienen miedo a volver a lesionarse, atletas que abandonaron en … saber más

Tengo insomnio: ¿qué puedo hacer?

El insomnio es uno de los problemas más frecuentes entre la población.  Asociado principalmente a trastornos como la ansiedad y la depresión, el insomnio frecuentemente está relacionado con dos tipos de problemas: preocupaciones y malos hábitos. Zoraida Rodríguez VílchezContenido supervisado por Zoraida Rodríguez, directora de Zoraida Rodríguez Centro de Psicología. Zoraida es una psicóloga sanitaria … saber más

Concentración y atención en el deporte

La concentración, descrita en términos sencillos, es la capacidad de mantener la atención durante el tiempo necesario y de prestar atención a la información relevante, ignorando los estímulos irrelevantes y perturbadores.   Si realmente queremos estar concentrados durante una competición, tenemos que tener saber qué tipo de atención es la más adecuada en cada momento. … saber más

Hafefobia: el miedo al contacto en época de coronavirus

Según el DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) una fobia específica está dentro de los llamados trastornos de ansiedad. En la fobia específica se da un miedo intenso y persistente que es excesivo o irracional y es desencadenado por la presencia o anticipación de objetos o situaciones específicos: animales, lugares cerrados, alturas, … saber más